sábado, 24 de junio de 2017

Pruebas

Julio 2016


¿Por qué tenemos  que acudir a internet en búsqueda de respuestas?
No lo hagáis, de verdad ni se os ocurra. Desde nuestra visita al servicio de Urgencias, no dormía, me pasaba las noches pensando cosas horribles, negativas, tenía angustia, taquicardia e insomnio. No hablaba con nadie, no quería asustar a mi gente todavía y mucho menos a mis padres que ya tenían sus propios miedos. Google siempre me llevaba a lo mismo, a algo horrible, a esa enfermedad que mata a millones de personas en el mundo, a esa horrible y fea palabra que todos conocemos.

4 de julio

A las 9:00 am, teníamos cita con una Doctora de digestivo en el Arquitecto Marcide, os puedo jurar que no me acuerdo de nada, no me acuerdo de su cara, ni de lo que nos dijo, ni de si nos trato bien o mal, creo que bien, porque si no de lo contrario me acordaría. Sé que fue rápido, que ella estaba en quirófano y vino a propósito a ver a mi padre, lo chequeó y nos adelantó la cita para hacer la colonoscopia.

11 de JULIO

9:00 am, nerviosos a más no poder nos vamos los cuatro, Santy, mamá, papá y yo al Arquitecto Marcide, era el día de la colonoscopia.
Nada más llegar, llaman a papá, creo que cuando son colonoscopias de urgencias, las hacen de primeras.
Fueron minutos de angustia, Santy decide ir a comprar la prensa, pero no es capaz de leerla, mamá no es capaz ni de hablar y está tiesa en la silla, yo, que por cierto recuerdo que estrenaba tenis, (que cosas tiene la vida, uno de los peores momentos de mi vida y me acuerdo de que estrenaba tenis), no podía parar de dar vueltas, a una velocidad anormal.

Por fin llaman, entramos los tres ansiosos y he de decir, que de esta doctora si me a acuerdo y muy bien, y para bien. (No voy a dar nombres de nadie).
Nos manda sentar, sobre todo a mi madre y nos comunica:
- " Tiene dos pólipos en el Colon son malignos, es cáncer.
Mi madre se derrumba, llora, solo puede decir " no por favor", mi marido se apoya en la puerta y después de decir " mierda, Antonio", rompe a llorar, yo, ¿qué puedo hacer? Pues empieza mi fuerza, esa que después me pasa factura, abrazo a mamá, abrazo a Santy y me dirijo a la joven y amable doctora, -"¿qué hay que hacer en estos casos?, ¿cuáles son los pasos a seguir?
Ella nos explica que es algo que pasa a diario, que es un cáncer, con cura, que es muy probable que no muera de eso, eso sí, hay que intervenir con urgencia. Mientras estamos con la Doctora, que no tiene prisa, al contrario, oímos como papá está de charla feliz con el personal en la sala de al lado, a nosotros nos parte el alma, y es cuando decidimos que se lo vamos a decir nosotros en casa.
Finalmente la Doctora va a buscar a papá, la sensación cuando lo vi: pena, una inmensa pena en el corazón, grande muy grande. Nos fue tan difícil aguantar las lágrimas cuando la doctora le decía que ya nos íbamos y que tenía que estar contento porque tenía una familia que lo adoraba.
Llamé al trabajo para no ir esa tarde y entre los tres decírselo a papá. Fue difícil pensar como decírselo, fácil hacerlo, porque él ya lo sospechaba y estaba dispuesto a quitárselo de encima, a luchar y vencerlo.
A partir de ese día, todo fue muy rápido, pruebas, anestesista, cirujano, todo era mecánico, pasamos el resto del mes de médico en médico tira porque me toca.

31 de julio

A lo largo de mi vida dejé muchos trabajos, y de años, pero cuando me despedí de mis compañeros de aquel en el que no llevaba ni dos meses, me sorprendí, lloré tanto, pero tanto tanto, que más parecía que llevaba años en la empresa, era con tal angustia, que no cesaban las lágrimas, venga abrazos y besos y muchas lágrimas.






Comienzos

Junio 2016


Hace un año por estas fechas, vivía en continua ansiedad. Un nuevo trabajo, muy ilusionada, una buena empresa, no podía pedir más, pero no era capaz de centrarme, no era capaz de disfrutar. 
Desde hacía unos meses​ mi padre desmejoraba a marchas forzadas por culpa de  una anemia ferropenia, diagnostico dado por su médico de cabecera, que solucionó  simplemente, recetando unas  míseras pastillas. Durante los primeros meses de ese año 2016, las pastillas hacen su efecto y mi padre mejora, pero entre mayo y junio, la cosa va a peor, baja kilos por semana, se está apagando, lo vemos todos menos él, que atribuye su desmejoría un cambio de las pastillas de la tensión arterial.

A principios del mes de junio de 2016, no aguantamos mas y enfadados obligamos a mi padre a reclamar a su médico de cabecera un chequeo completo, puesto que aunque este se empeñaba en decir que la anemia de mi padre estaba mejor, su aspecto decía todo lo contrario.

MARTES 28 DE JUNIO

A las 8:00 am, mi padre tiene hacer unos análisis. Una sustituta al médico de cabecera de mi padre, se los solicita asustada por su mal aspecto.

Salí de trabajar como todos los días a las 21:00 am, pero no salgo directa para casa, me quedo en el coche hablando por teléfono con Santy sobre el estado de salud de mi padre, su suegro. Lo vemos mal y durante más de veinte minutos nos desahogamos mutuamente, intentamos ser positivos, creer que quizá pueda ser simplemente un cambio de pastillas. Últimamente le estaba costando incluso hablar y pensar, digo yo, ¿será principio de Azeimer? Santy no lo creé así y eso me tranquiliza. 

Finalmente nos despedimos y con más de veinte minutos de retraso arrancó rumbo a casa, pensando, "tengo que parar el Miño a llamar a los papás o se van a preocupar porque en nada ya tendría que haber llegado a casa".


NO SABÍA QUE ESO SOLO ERA EL PRINCIPIO DEL DOLOR, llegando a Miño, suena el teléfono, voy conduciendo y nunca lo cojo, pero no sé porque está vez si lo cogí.
Mi madre, me dice que papá está en el hospital, no la escuchaba bien, entiendo algo sobre que tiene una bolsa, estoy agonizando, me quiero morir, le cuelgo y le digo que voy a parar y la llamo.

Cinco o diez minutos tardé en llegar a la estación de servicio de Miño,grité, lloré, me cagué en Dios, en todos los Santos, es muy difícil describir lo que sentía, lo que pensaba, mi padre con una bolsa, Dios mío, pero de qué, ¿qué tiene? ¿qué le pasa? Fueron unos minutos horribles, pero como dije antes, no los peores.

Por fin conseguí hablar con mi madre, está me pasa a mi prima Mayte que es  la que me cuenta y me tranquiliza.

A mi padre lo llamaron a las 15:00 pm, mas o menos, del Centro de Salud, los análisis dieron una anemia severa, era urgente que se presentara lo antes posible en el Hospital Arquitecto Marcide de Ferrol. La bolsa no era otra cosa que de sangre, le estaban haciendo transfusiones por la falta de hierro y tenía aún para horas.

Velocidad, ni idea, mi coche es viejecito, pero sé que sabe cuando lo necesito. En un santiamén llegué a la residencia, ví a mi padre y pude comprobar que dentro de lo malo estaba bien. Allí tumbadito en aquella cama, ya tiene incluso más color y está muy preocupado por mí, me conoce y sabía que iba a correr en el coche. Me lo como a besos y tranquilizo a mi madre, siento que los adoro.

Nos dieron el alta de urgencias con un informe, en el que dan a entender que a mi padre se le tendría que haber delegado a un especialista de digestivo hace tiempo. Salimos de allí con citas para: Especialista de digestivo y colonoscopia. Nos dicen que tiene una severa perdida de sangre y se puede deber a hemorroides o a algo más grave, pero la doctora, nos dice muy agradablemente que estemos tranquilos, que ya vamos a estar "en buenas manos".